Mucho, mucho, pero de verdad, mucho más de lo que necesitas
De acuerdo con los nutriólogos, el cuerpo humano necesita una dieta que incluya alrededor de 2000 calorías. La mujer necesita menos, 1200 calorías al día son suficientes para ella.
La comida rápida no se consume por las mañanas, así que probablemente tú o tus hijos desayunaron, quizá probaron algún snack mañanero y fue justamente en la hora de la comida que comieron la pizza, la hamburguesa, o cualquier otra cosa típica de estas franquicias. Al cabo de un rato vino la cena y se fueron a dormir.
Y ahora, lo peor, ¿estás lista? Una comida de hamburguesa, papas y refresco en estas cadenas es un sentón de 1430 calorías. Depende de cada quién el número de calorías que consumiste en el desayuno o en la cena, pero por lo pronto, excediste por mucho la ingesta de todo un día.
¿Puede ponerse peor? Hay alimentos extra grandes en esas coloridas cajas que sobrepasan las calorías de un día y medio o dos. ¿Cenar y comer en un restaurante de comida rápida? En dos días, podrías haber comido lo equivalente a una semana.
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Los efectos del día siguiente
Al tener una gran cantidad de grasas hamburguesas, pizzas, pollo frito, la comida rápida te ofrece otra cosa a gran velocidad: grasa abdominal. No es nada difícil encontrar un ejemplo de esta simple verdad: en uno de los documentales más extremos, Super engórdame (2003), el realizador Morgan Spurlock demuestra que, tras cinco días de consumir comida chatarra, se pueden aumentar cerca de 4 kilos y medio.
Actualmente, la distribución de comida rápida en el mundo está generando una epidemia de obesidad, afectando principalmente a niños y adolescentes.
En un par de años
Si a lo largo de tu vida consumes regularmente comida rápida, no sólo favorecerás el desarrollo de obesidad, sino que tendrás mucho más riesgo de padecer diabetes tipo 2 o inclusive de sufrir un ataque cardiaco.
Probablemente no te preocupes tanto por ti, ya que tienes muy claro que debes evitar consumir este tipo de alimentos, pero lo más posible es que tus hijos estén expuestos. Al salir en grupo, tus hijos cuentan con dinero limitado. La rapidez, lo económico de los precios y la gran accesibilidad de estos locales (pues están en todos lados) hace atrayente, sino es que inevitable, el hecho que tus hijos la consuman.
En cines y mostradores, es creciente la tendencia en México a ofrecer un tamaño más grande por cantidades mínimas, como 2 pesos o menos. La pregunta “¿Desea que le agrande el vaso mediano a grande por tan sólo 2 pesos?” se hace tan rápido que no da tiempo de pensar, ya que no sólo no la entendemos bien, sino que hay gente detrás de nosotros. Que el tiempo y la presión no te hagan nunca consumir calorías de más.
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…Pero tu cocina está más cerca
Es posible que por los horarios de la escuela o del trabajo una comida rápida sea lo más fácil y no te den a ti o a tus hijos dolores de cabeza…por ahora. Se cree que la comida saludable se refiere a ensaladas de insípida lechuga con agrio limón duro y una rodaja de tomate reseco: mentira, es posible llevar comida saludable y substanciosa para después de clases o para el descanso de una hora.
El hábito de preparar sándwiches abundantes en verdura y pavo o pollo con un aderezo magnífico, además de hacer colaciones de fruta fresca y dulce puede no sólo ayudarte a estar en forma, sino a quedarte así por muchos años. Busca recetas saludables y fáciles para terminar con los mitos de la salud forzada; para un programa que se ajuste 100% a tus necesidades consulta un nutriólogo. Es más sencillo de lo que crees.