Otras intentan sobresalir ofreciendo contenidos poco adecuados para la edad de los niños o fijan cantidades exorbitantes de conocimientos que el niño debe «aprender» al terminar un curso en lugar de ofrecer calidad y estimulación oportuna. Sin embargo, esta competencia ha dado lugar a metodologías más versátiles y novedosas que apoyan a los papás en la muy difícil tarea de educar a los hijos.
Lo primero que tenemos que hacer es cuestionarnos sobre el tipo de escuela que buscamos:
- ¿Qué quiero para mi hijo?
- ¿Cómo quiero que sea de grande?
- ¿Que aprenda las cosas de memoria o que tenga un pensamiento crítico y sea capaz de tomar decisiones por él mismo, es decir, que sea autónomo?
Pueden parecer cuestiones muy lejanas si pensamos en niños de dos o tres años pero es precisamente en la etapa preescolar en la que se forjan la mayor parte de los hábitos, se estimulan las habilidades y se forma la personalidad.
¿Qué se debe estimular y reforzar en preescolar?
En esta etapa debemos buscar un lugar donde estimulen y refuercen su autoestima o confianza y seguridad en sí mismos, razonamiento, análisis, desarrollo motor, habilidades de percepción visual, auditiva, lenguaje y socialización. Es decir, en el que se estimulen de manera integral todas las áreas del desarrollo.
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En el área intelectual, es mejor que nuestros hijos conozcan la función de la lectura y escritura y que experimenten con ellas, en lugar de aprenderse de memoria todas las letras repitiendo como “pericos” sin saber para qué sirven. Es mejor que puedan clasificar, hacer series, ordenar por tamaños y sepan cuántos objetos corresponden a un número en vez de “recitar” incluso las tablas de multiplicar al salir de preprimaria.
Una decisión muy importante
Tomando en cuenta lo anterior, tu elección debe ser muy cuidadosa y personal, no debes guiarte sólo por recomendaciones de amigos, pues no todas las escuelas son para todos los niños y viceversa. En ocasiones las escuelas llegan a ponerse “de moda” y hasta se dan el lujo de pedir que los inscribas casi desde antes de nacer, pero eso no significa que sean buenas escuelas.
Es importante visitar varias opciones y “meterte hasta la cocina” pidiendo información para aclarar todas las dudas que tengas, es tu derecho conocer a fondo el lugar donde tu hijo pasará muchas horas de su vida. Si te niegan la entrada o alguna información, mejor descarta esa opción. Algunos aspectos que debes tomar en cuenta a la hora de elegir escuela:
- Ubicación: por más buena que te parezca una escuela no vale la pena hacer que tu hijo pierda horas en el traslado si hay otras opciones más cerca
- Preparación y capacitación de los maestros: ¿qué estudiaron?, ¿se actualizan?
- Relación escuela- papás: ¿qué tan seguido hay juntas? ¿están disponibles los maestros para hablar? ¿cómo te enteras de los progresos de tu hijo?
- Instalaciones y espacios apropiados para la edad de nuestros hijos: las scuelas incorporadas a la SEP deben cubrir ciertos requisitos para la seguridad e integridad física de los alumnos
- Tamaño de los grupos: considera que los grupos muy grandes dificultan la educación centrada en las necesidades individuales del alumno
- Seguridad: ¿cómo reciben y entregan a los niños? ¿qué antigüedad tienen los maestros? ¿qué tanto los conocen? ¿están supervisados?
- Congruencia: es importante que la escuela que elijas vaya de acuerdo con tu nivel socioeconómico y cultural, religión, costumbres, tipo de disciplina que se maneja en casa y valores familiares. También es importante tomar en cuenta la personalidad y capacidades de tu hijo para buscar el mejor ambiente en el que se pueda desarrollar
Es muy útil que hagas una lista de tus preferencias o necesidades en orden de importancia respecto a cuestiones importantes como:
- Tamaño de escuela y continuidad ¿tiene primaria, secundaria o es sólo preescolar?
- Bilingüe o de un solo idioma
- Mixta o de un solo sexo
- Uso de uniforme o ropa casual