Los ejercicios de Kegel sirven para fortalecer estos músculos y soportar el peso que gana el bebé conforme crece, con el fin de empujarlo con mayor fuerza en el momento del nacimiento. Además, su fortalecimiento favorece la rápida recuperación posparto.
¿Cómo empezar a practicarlos?
Lo primero que tienes que hacer es reconocer los músculos correctos.
- La próxima vez que vayas al baño, trata de interrumpir y retener el flujo de orina. Identifica esta sensación, pues los músculos que utilizaste para detener la orina son los músculos del suelo pélvico
- Una vez que los hayas identificado, no repitas este ejercicio mientras orinas, pues si tu vejiga no se vacía completamente cada vez que vas al baño puedes contraer una infección del tracto urinario
¿Dónde y cuándo?
Otra de las ventajas de los ejercicios de Kegel es que puedes hacerlos en cualquier lugar o momento del día: mientras manejas tu coche, ves televisión, trabajas o incluso mientras esperas formada en alguna fila.
¿Qué hacer?
Simplemente tensa o aprieta los músculos del suelo pélvico, aguanta así cinco segundos y después suéltalos y relájalos.
Un tip muy práctico es que imagines a tu suelo pélvico como un elevador: conforme asciende, intenta levantar tus músculos cada vez más hasta que estén completamente tensos. Después, conforme el elevador desciende “piso por piso”, relaja gradualmente tus músculos hasta que alcancen el nivel inicial. Haz cinco repeticiones.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Si estás realizando correctamente estos ejercicios, deberás sentir que el área desde la uretra hasta el recto se levanta levemente.
Al principio puede resultarte un poco difícil, sobre todo sostenerlos cinco segundos porque los músculos se cansan fácilmente. Si repites los ejercicios varias veces al día, pronto podrás hacer las series completas con sus repeticiones.
A partir de la semana 28 de tu embarazo aumenta la intensidad de los ejercicios: trata de sostenerlos por 10 segundos y haz series de 12 repeticiones tres veces al día.
Posparto
Después del nacimiento de tu bebé, el área genital puede hincharse, doler o estirarse. Si tuviste una labor de parto prolongado, suturas o una episiotomía, es muy probable que tengas mucho dolor y molestias en la zona perineal (espacio entre el ano y los genitales).