- Es hogareño. Si la idea de quedarse en casa un sábado por la noche no le aterra, puedes estar segura que está listo para el paso que sigue. Cuando tienes hijos no es tan fácil salir hasta la madrugada con tus amigos y no cualquiera está dispuesto a sacrificar eso.
- No se preocupa por trivialidades. Si se manchó el pantalón con grasa o la comida llegó a su camisa antes que a su boca y no se puso histérico, puedes confiar que oler a leche todo el día por sacar el aire a su bebe no será problema para él.
- Se ríe y busca forma de divertirse. Un hombre que busca hacerte reír seguro hablará idioma bebé y convertirá a todos los personajes de Disney y Dora la Exploradora en sus mejores amigos.
- Toma responsabilidades y sabe ahorrar. Cuando te conviertes en papá sabes que hasta el más mínimo centavo cuenta. Si se preocupa por los planes a futuro (casa, educación, salud) es un hombre prevenido que podrá, junto contigo, mantener una familia.
- Tiene mascota. Quizás pueda parecerte extraña la comparación pero alguien que tiene un perro o gato sabe lo que es limpiar pipí, popó, vómito y enseñar hasta el cansancio dónde sí y dónde no, levantarse temprano y hacer citas seguido con el veterinario, por lo que está preparado para hacerlo nuevamente con un bebé.
- Sus sobrinos lo adoran. Y si no tiene, los hijos de sus amigos u otros niños siempre se emocionan en cuanto lo ven. Además no le cuesta trabajo ir corriendo tras ellos o jugar futbol, luchas o un partido en el Xbox.
- Toma la iniciativa. Si le encanta ir al súper porque sólo quedan 3 rollos de papel hasta planear las mejores vacaciones con 6 meses de anticipación, confía en que ni a ti o tus hijos les faltará algo con esta clase de pareja.
- Es cariñoso y no le da pena decirlo. Si te abraza frente a sus amigos, demuestra con detalles lo mucho que te quiere y se preocupa porque estés bien en cualquier momento, no le molestará decirle al mundo entero que es un papá feliz.
- No es egoísta. Al tener hijos adiós tiempo completo para ustedes solos, al menos los primeros años. Si no le disgusta compartir la última rebanada de pizza o la mitad de la cama, ¡no lo dejes ir!
10. Ésta es quizás la más importante. Sin importar si tuvo hermanos pequeños, sobrinos, o cualquiera de los puntos anteriores, si quiere ser un buen papá y cuidar de ti y su futura familia, estamos seguros de que lo conseguirá.