Desde que nace, tu bebé necesita explorar todo lo que le rodea, pero en cuanto logra gatear y ponerse de pie por sí mismo, tocará, escalará y se llevará a la boca todo objeto que le llegue a las manos. Hay objetos de uso diario que consideras inofensivos pero que pueden causarle alguna lesión grave o daños irreparables.
Revisa la siguiente lista, aumenta las medidas de prevención en tu hogar y adelántate a los sucesos que pueden poner en peligro la vida de tu hijo:
- Baterías de relojes, controles remotos o juguetes. Cuando las traga, los riesgos pueden ser de dos tipos: uno, obstruir la vía aérea (atragantamiento) o la intestinal, impidiendo la evacuación (se tapa); y el otro es el peligro químico: las baterías contienen sustancias como dióxido de manganeso, mercurio y litio, que al liberarse en el estómago pueden alterar su estado mental, causarle calambres musculares, hinchazón de las piernas y, en situaciones graves, quemar su esófago, estómago e intestinos, o producirle temblores y convulsiones. En caso de que se haya tragado una, llévalo de inmediato al hospital. Jamás le pidas que intente vomitar porque, al tratar de expulsar, el riesgo es obstruir la vía respiratoria. No olvides ponerlas en recipientes cerrados y, en caso de no ser recargables, siempre llévalas a un centro de acopio de baterías.
- Productos de limpieza y solventes. Como la mayoría de éstos son derivados del petróleo y sus químicos (cloro y sosa cáustica) queman la boca y todas las áreas del conducto digestivo donde lleguen. Además, el gas que contienen (amoniaco) puede lastimar las vías respiratorias y dañar los pulmones produciendo neumonías químicas. Cuidado con exponerlo al tiner, acetona y la gasolina. Por ningún motivo provoques que vomite ni le des a beber líquidos como leche o agua. Seca con una toalla lo que queda de la sustancia en su boca y cara, y de inmediato llévalo al área de urgencias del hospital más cercano. Cuando compres estos productos, procura que su tapa sea con rosca antiniños (tienen un bloqueo) y guárdalos en habitaciones donde no pueda llegar a ellos con facilidad. Si necesitas almacenar otros solventes, jamás lo hagas en envases de refresco o jugo; colócalos en almacenes oscuros a una altura que no pueda alcanzar.
- Medicamentos. A pesar de que algunos son de venta libre (sin receta médica), pueden provocar reacciones inmediatas como bajar la presión (antihipertensivos) o dañar los riñones (aspirinas). Piensa que estas dosis, aunque son adecuadas para ti, son muy altas para tu bebé. Cuando detectes que ingirió alguna medicina y esté consciente, intenta hacerlo vomitar lo antes posible y trasládalo al hospital junto con la caja o envase de lo que tragó. Pero si está inconsciente, no lo hagas vomitar, vigila que se encuentre respirando, pide el servicio de urgencias y mantente junto a él en todo momento para evitar que, si vomita, se ahogue con sus propias secreciones. En caso de que no respire y su cara tome un color morado, inicia RCP (reanimación cardiopulmonar). Para prevenir accidentes manténlos en su caja original, dentro de cajones que cuenten con llave o en lugares fuera de su alcance.
Lee nuestra guía completa en la revista bbmundo de abril. Recuerda que, de acuerdo con la Asociación de Prevención de Accidentes en México, 9 de cada 10 accidentes pueden evitarse con precaución
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