Aunque sientas nervios al ver que tu hijo no puede respirar bien, es muy importante que no lo mediques, salvo que el pediatra así lo indique. Por otro lado, y además del gasto innecesario que representan, en muchas ocasiones se pueden usar medicamentos inadecuados como antibióticos que no funcionan para eliminar el virus de la gripe o influenza. Es indispensable que sólo su pediatra o médico familiar le indique medicamentos.
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6 medidas caseras para que se sienta mejor:
- Reposar en casa (puede ser en cama)
- Tomar líquidos en abundancia
- Controlar las molestias (se sugiere acetaminofén, aspirina (mayores de 12 años) e ibuprofén
- Comprar o preparar solución salina (1/4 de cucharadita de sal a 2 tazas de agua). Se puede usar como gotas nasales para fluidificar la secreción o como gargarismos tibios en niños mayores para disminuir el dolor faríngeo (de garganta). No deben usarse gotas de manzanilla para la nariz, menos en niños pequeños. La manzanilla es efectiva pero irrita mucho y causa hipersecreción de rebote
- En niños mayores de 1 año se puede usar miel con limón para disminuir la tos y dolor de garganta
- Se pueden usar humidificadores que fluidifican la secreción y mejoran la tos y el dolor de garganta
Si existen muchas dudas o no hay mejoría o se presentan complicaciones consulta a tu pediatra.
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Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
¿Cómo sé que existen complicaciones por una gripe en un niño?
- Si no existe mejoría significativa entre 7 y 14 días
- Si la fiebre es mayor de 38.3º C axilar o 39º C rectal
- Si hay dolor de oído, de pecho o de abdomen
- Si existe mucho dolor de garganta y/o ganglios grandes en cuello y enrojecimiento y/o pus en la garganta
- Si existen datos de dificultad respiratoria (Respira rápido, mueve mucho el abdomen o se le marcan mucho las costillas al respirar, se queja en forma continua al respirar)
- Si se arrojan muchas secreciones con la tos
- Si la secreción nasal es muy verde, amarilla o purulenta, abundante, constante y/o con mal olor
Si por presión familiar o propia te sientes desesperada, contacta a tu pediatra para tranquilizarte y saber qué hacer.