Hasta qué edad es apropiado mostrarnos desnudos ante nuestros hijos es algo que cada padre tendrá que determinar y detectar, pero existen comportamientos y señales que nos pueden dar una pauta muy clara para saber hasta dónde y cómo manejar el tema. Antes que nada es importante que detectemos el momento y las causas de nuestra incomodidad, y claro está, la de nuestros hijos.
Las señales de incomodidad
Si tu hijo tiene entre dos y cinco años, puedes darte cuenta que no está tomando la desnudez de manera sana a través de su lenguaje corporal:
- Rechaza abrazos o besos
- Muestra demasiada curiosidad sobre el cuerpo
- Pareciera excitado
Estos signos son llamados de atención porque tu hijo pudo haber percibido mal la desnudez y habrá que actuar al respecto.
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Pasando esta etapa, cuando tenga entre siete y nueve años, será bastante normal que, como parte de su desarrollo, intente poner algunos límites manifestando descontento ante el cuerpo desnudo de los padres. Si tu hijo está comenzando a buscar sus espacios íntimos, considera que es fundamental respetar su privacidad: sólo así podrá construir su individualidad. Su lenguaje corporal te irá dando pistas, hay que poner atención a miradas, muecas o sonrisitas.
Avanzando hacia la intimidad
El rango de edad para mostrar tu desnudez o dejar de hacerlo sin causarle conflictos a tus hijos depende de lo que ustedes, sus padres, le hayan transmitido. Es importante ser genuino y comenzar con tus propias intuiciones, no forzarte si sientes que es momento de ser más discreto.
Recuerda que la sexualidad empieza desde la forma en que manejas la relación de poder y autoridad con el cuerpo de tus hijos: si eres cariñosa a la fuerza, los jalas, lastimas, invades su espacio o sus alimentos, no estás respetando su intimidad.
¿Cómo lidiar con las preguntas?
Cuando tu hijo comience a hacerte preguntas sobre “qué es eso” “por qué tienes eso y yo no” tú probablemente entres en pánico. Lo mejor siempre será lo natural: describir sin juicios tan y como tú lo entiendes, pensando que tu hijo se cuestiona para conocer.
Lo primero que un niño notará ante la desnudez de sus padres son las diferencias con su propio cuerpo. El acto de comparar aparece como instinto desde la mirada. Hay dos tipos de diferencias que perciben inmediatamente:
- Las niñas al ver a su papá desnudo comenzarán a establecer las diferencias anatómicas y a compararlas con su propio género, igual en el caso de los niños
- Al ver a su mamá las mujeres identifican el parecido del cuerpo con el propio y diferencian las dimensiones, por ejemplo, los pechos o falta de vello. Los niños lo harán con sus papás
Para evitar confusiones debemos ser consistentes, no mostrarnos unas veces cómodos con la desnudez y otras reprimirla. También es muy importante llamar a las cosas por su nombre. Tal vez puedas pensar que algunas palabras como “pene” o “vagina” son fuertes pero al censurarlas podemos confundirlos o darles a entender que hay algo malo en hablar directamente de su cuerpo. Recuerda que los niños reciben información por muchos medios y lo mejor es que tú que eres su fuente más cercana, seas clara y directa.