¿Por qué esto es potencialmente dañino? Como lo dijo Caroline Paul en el artículo publicado en el New York Times “¿Por qué enseñamos a las niñas que está bien tener miedo?”, los niños llevan esta condición con ellos a medida que crecen. «Cuando las niñas se convierten en mujeres, este miedo se manifiesta como deferencia y en una tímida toma de decisiones”. Paul cita a los investigadores sobre los efectos de todas estas advertencias: «Las niñas pueden tener menos oportunidades que los niños a hacer actividades físicas exigentes, que son importantes para el desarrollo de nuevas habilidades «.
El deseo de proteger a los hijos es innato pero, a veces, excesivo. Esto puede ser limitante, especialmente para las niñas y su desarrollo: hay una sensación de que necesitan más protección, lo cuál es irónico, porque antes de los 11 años ellas van por delante de los niños en su desarrollo físico y emocional. Cimentar la valentía en el corazón, cerebro y cuerpo de tu hija es una tarea vital que te ayudará a formar a una mujer fuerte e independiente. Estas son 5 maneras de ayudar:
- Cambia tu actitud. Haz un análisis de tus reacciones en diferentes situaciones. ¿Permites que tu hija se arriesgue y tome sus propias decisiones? Al dudar de sus capacidades puedes enviar mensajes contradictorios acerca del temor y el peligro. Si quieres que tome más riesgos, es importante fomentar la autoconfianza desde temprana edad.
- Tener miedo está bien. Las niñas necesitan herramientas para entender las emociones a medida que crecen; debes alentarla a salir de su zona de confort y hablar acerca de la confianza en sus propias habilidades para que puedan poner el miedo en su lugar y seguir adelante. Con la orientación adecuada el miedo nunca la detendrá.
- Estimula su valentía. Esta es una emoción que es poco familiar para las niñas. Jamás se pone en duda el valor de una madre para cuidar a sus hijos, pero casi nunca le atribuimos valor a las mujeres de otra manera. Si las niñas aprenden a ser valientes, como se hace con los niños, van a sentir confianza para hacer cualquier cosa a lo largo de su vida.
- Que encuentre modelos a seguir. Ayúdale a que pase de la fase de las princesas a libros (películas o programas de televisión) con personajes femeninos fuertes para que pueda identificar sus propios modelos de conducta que la inspiren y fortalezcan su autoestima.
- Déjala ser independiente. Hay que darle tiempo para que experimente. Al no dejarla salir y explorar no la estás protegiendo, simplemente la estás poniendo en una burbuja que lo único que provocará es rebeldía o inseguridad. Cuando intenten salir de ella tendrán poca experiencia. Se trata de darles la información correcta para que puedan tomar buenas decisiones.
No podemos pensar en nada mejor para una niña que enseñarle a usar su cuerpo exactamente de la manera que quiere, sobre todo en una situación de presión. Tenemos que enseñarles a ser fuertes desde sus primeros años y al principio de su vida escolar y social, cuando el potencial de impacto en sus vidas es mayor. Tenemos que mostrarles que las vamos a querer y aceptar no por ser perfectas, sino por ser valientes.
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