Es difícil saber cuándo llegamos al punto de no retorno, pues no hay criterios fijos para determinar cuando una relación llegó a su fin. Las crisis son momentos de conflicto que pueden fortalecer la relación o anunciar el principio del fin.
¿Es tiempo de decir adiós?
Todas las separaciones son dolorosas y tomar la decisión de terminar puede ser difícil, pero cuando una relación deja de aportar aquellos elementos que la originaron como afectividad, emoción, confianza, seguridad y placer sexual, se alcanza un punto de inflexión en el que se debe producir un cambio.
A veces cuando la ruptura afecta a más personas, en este caso a los hijos, muchas parejas deciden continuar en la relación a pesar de la crisis, lo cual no siempre es lo mejor para los niños.
La forma en que la pareja afronta la crisis definirá si es sólo un bache en su relación, que les servirá para fortalecerla, o es el final de la misma. En esta etapa de conflicto las preguntas claves para tomar una decisión son:
- ¿Todavía lo amo?
- ¿Miramos en la misma dirección, tenemos los mismos objetivos?
- ¿Aún siento un profundo interés por la otra persona?
- ¿Lo deseo?
- ¿Le tengo confianza absoluta?
- ¿Estoy dispuesta a comprometerme para que lo nuestro funcione?
La crisis puede alterar nuestro estado emocional, por lo que debes medir el alcance de tus decisiones y estar consciente de lo que implican. Muchas veces no se separa sólo la pareja, sino toda una familia, amigos e incluso las dependencias económicas. Si necesitas ayuda para reflexionar sobre todos estos aspectos, consulta a un especialista en temas de pareja, quien los podrá guiar, introduciendo un equilibrio y estableciendo un protocolo para que tomen la mejor decisión.
Cuando la separación es inevitable
En algunas circunstancias el divorcio puede ser una medida necesaria. Después de agotar todos los recursos para solucionar la situación, decidiste que lo mejor para los dos es terminar con su relación. Aunque hayas sido tú quien tomó la decisión, una separación siempre es traumática por los años que compartieron un proyecto de vida y todos los recuerdos que resultan imposibles de borrar. Es cierto que empieza un periodo estresante y complicado emocionalmente, pero es el momento de aprender a enfrentarte a tu nueva situación y a manejar tu libertad.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
El tiempo que te lleve superar la ruptura dependerá, en gran medida, del grado de amor que existía entre los dos, los años que compartieron, si tienen hijos y si la separación ha sido de mutuo acuerdo o no.
Sin duda, las primeras semanas serán las más duras, ya que estás acostumbrada a una rutina en pareja que extrañarás y que te dejará mucho tiempo libre. No hay fórmulas milagrosas para llenar el vacío que sientes, pero ten presente que se acabó una relación, no tu vida.
Es ahora cuando tendrás que luchar contra la tristeza, la angustia y desesperación, cuando más necesitarás el apoyo de la gente que te quiere para salir a flote y retomar las riendas de tu vida.
¿Cómo superar la ruptura y seguir adelante?
- Busca nuevas actividades para distraerte. Es muy destructivo quedarte en casa encerrada llorando por los rincones y dándole vueltas al pasado. Enlista las ventajas de haber terminado tu relación y considera nuevas actividades para distraerte.
- Dense un tiempo. Al principio, lo mejor después de una ruptura es alejarse, sobre todo cuando los sentimientos están a flor de piel. Esto no significa que deban perder todo contacto, pero aunque busques sólo una amistad, debes dejar pasar un tiempo para que ambos estén preparados para afrontar una relación distinta con su ex pareja.
- Evita las falsas esperanzas. No caigas en la tentación de generar expectativas de una posible reconciliación porque sólo lograrás que el periodo de adaptación sea más doloroso.
- Sin rencores. Si la ruptura no se dio de forma amistosa, o fue la otra persona quién tomó la decisión, puede que estés susceptible o enojada. Evita esos sentimientos que te evitarán retomar tu vida y abrirle tu corazón a otra persona.
- No te culpes. Lo que sucedió fue cosa de dos y ambos tienen que asumir su parte de responsabilidad. De nada te sirve atormentarte por lo que pudiste haber hecho. Aprende de tus errores y sigue adelante.
- Sé paciente. Acostumbrarte a la nueva situación te tomará un tiempo. No te desesperes y enfréntalo con ánimo y optimismo, pronto volverás a sonreír y recuperarás las ganas de ser feliz.
- Disfruta estar sola. No te obsesiones con el pasado y asume tu nueva condición de soltera. Aprovecha este momento para dedicarte más tiempo y cuidar de ti.
- Apóyate en la familia y los amigos. Además de comprenderte, tus seres queridos te darán el apoyo que necesitas para superar la separación. Desahógate con ellos y no reprimas tus sentimientos y emociones. Pero evita caer en el papel de víctima porque pueden cansarse de tus lamentos.
- Tómate tu tiempo. No te apresures a buscar a alguien que llene el hueco en tu corazón. Toma las cosas con calma y disfruta tu libertad, pero tampoco tengas miedo de abrir tu corazón por temor a una posible ruptura como la que ya viviste.
- Recupera la confianza. Todas las personas son diferentes, por lo tanto las relaciones también. Evita las comparaciones, deja atrás tus inseguridades y dale una oportunidad a la persona que pueda llegar a tu vida.
La ruptura de pareja es algo muy doloroso y difícil de superar, pero no te desanimes porque, aunque suene a frase desgastada, el tiempo lo cura todo.
¿Qué pasa con los hijos?
Al momento de la separación debes considerar que, en medio de todas las cuestiones legales y los sentimientos de cada uno de ustedes, tus hijos también experimentarán una especie de duelo por la pérdida de la vida con los padres juntos y por el rompimiento de la estabilidad familiar.
También pueden desarrollar sentimientos de culpa por la separación o enojo con alguno de los padres, a quien culparán por la ruptura. Otros tienden a encerrarse en sí mismos o mostrar rebeldía, lo que puede verse reflejado en su desempeño escolar.
Si la decisión es definitiva, házselo saber para que ellos puedan terminar de cerrar el círculo y comprender la situación. No fomentes las fantasías de reconciliación de tus hijos, porque al final pueden resultar lastimados.
Al hablar con tus hijos sobre la separación es importante:
- Mantener una actitud abierta y clara.
- Explicarles sinceramente lo que está pasando y el porqué, sin culpar a nadie.
- Dejarles claro que esto nada tiene que ver con ellos y que los seguirán queriendo igual.
- Estimular a que pregunten lo que deseen y contestarles con sinceridad, tomando en cuenta su edad, capacidad de comprensión y sus características personales.
- Permitirles expresar sus sentimientos ante el divorcio cuando así lo deseen y comprenderlos.
- Que sepan lo que sus padres están sintiendo también.
Durante el proceso de separación, los hijos necesitan más de cada uno de sus padres. Comparte el mayor tiempo posible con ellos y exprésales tu amor incondicional, pero no lo llenes de cosas materiales para tratar de aliviar tu sentimiento de culpa.
Recuerda no transmitirle a tu hijo la experiencia negativa que puedes estar viviendo respecto a las relaciones de pareja, explícale que no todas tienen que ser así y fomenta una actitud abierta ante el tema.