Parece contradictorio que mientras vivimos uno de los eventos más felices –como tener una familia–, la casa se llene de tristeza. Es posible que no comprendamos rápidamente lo que ocurre, pues por principio de cuentas, nuestro vínculo familiar no se construye de forma biológica: aunque existe cariño previo, fortalecemos nuestros lazos mediante la vista y el contacto físico con nuestros hijos; y con esto, existe una larga lista de diferencias. En ocasiones, éstas dificultan que nos percatemos de que nuestra esposa ha cambiado tras el parto, y no nos referimos a que ahora es una madre, sino a que su carácter es algo diferente.
Días azules
Existe una leve depresión después del parto conocida como baby blues. Este cambio de ánimo se presenta durante los primeros días de vida del bebé y puede continuar hasta una o dos semanas. Los síntomas suelen ser:
- Cambios bruscos de ánimo
- Tristeza y llanto sin motivo
- Problemas para dormir
- Aumento de la ansiedad
- Sentimiento de soledad
Estas manifestaciones son completamente controlables si, como pareja, intentamos ser más receptivos con ella y la apoyamos. Es importante saber que el desarrollo de un cuadro depresivo tiene otros indicios y causas que aún no se definen con certeza, pero involucran factores genéticos, fisiológicos e incluso socioculturales; no obstante, debemos poner atención a algunos detalles.
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Los ojos tristes
Muchas de mis pacientes dicen: “Deseaba tanto tener un hijo… ¿por qué ahora me siento completamente desdichada?”, “Todo salió mejor de lo que imaginaba, mi esposo ha estado conmigo en todo momento; ¿qué sucede? ¿por qué no lo estoy disfrutando?”. Esto no significa que sean malas madres o que carezcan de instinto maternal; más bien, se enfrentan a un trastorno emocional que, de no tratarse adecuadamente, puede persistir meses o años.
Qué puedo hacer
Debes estar atento a los síntomas, si ella los niega, puede deberse a que teme enfrentar el problema porque lo siente como un fracaso. Pon especial cuidado en sus estados de ánimo; la señal más frecuente es la tristeza. Podrías notarla con el ánimo decaído, quizá en algún momento la escuches quejarse y manifestar infelicidad por detalles que te parezcan poco trascendentes. Por ejemplo: se acabaron los pañales y no se dio cuenta; si le da mucha importancia, escúchala, ayúdala a solucionarlo; y si a pesar de ello, se siente mal, quizá sea momento de acompañarla a pedir ayuda.
Es posible que confundas el baby blues con la depresión posparto; pero son dos complicaciones distintas. La primera es ligera, común, fácil de reconocer y responde a lo que hemos enlistado aquí y la segunda puede tener una duración profunda y síntomas complejos que un especialista podría enumerarte.
Enfrenta al dragón
- Compréndela y no minimices sus emociones, mejor involúcrate en ellas
- Si se trata de su primer bebé, involúcrate más en la crianza, ayudará a que no te sientas desplazado
- Enfrenten juntos el cambio, eviten resentimientos y pidan apoyo profesional
El extraño en mí
Entender este sentimiento no es fácil; no obstante, siempre hay maneras de informarnos. Además de libros, cursos, grupos de autoayuda y terapias, tenemos el cine como herramienta. Das Fremde in Mir (The stranger in me) es una película alemana que trata la depresión posparto desde la perspectiva femenina.
Por Bernardo Romano, psicólogo y terapeuta familiar independiente. Estudió Psicología en la UNAM y actualmente, además de dar consultas privadas, se desempeña como orientador vocacional y maestro de la Escuela para Padres en el nivel de educación media superior. Puedes contactarlo en el correo: bernardterap@gmail.com.