1. Si quieres que tu hijo se vista, lave los dientes y desayune sin ninguna distracción, más vale que no se cruce con ningún juguete por la mañana, porque si no, ese dinosaurio tomará protagonismo en su rutina. Enséñalo a alzar todo desde una noche anterior. Al principio ayúdalo pero después que sea una tarea propia.
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2. Si te levantas a buena hora, ¡bien! Pero si la alarma no suena y te quedas dormida ¿Qué vas a hacer con el lunch de los niños? Ve un paso adelante, por eso ten comida que sea fácil de preparar para que tus hijos puedan llevarse a la escuela. Los domingos anota el menú completo de la semana (lunch, desayuno, comida, cena), para que cada noche cocines y tengas algo esperando ser devorado dentro del refri. ¡Facilítate la vida!
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3. Tu cartera, celular, llaves y hasta el cepillo para peinarte son cosas que desaparecen cuando más las necesitas, por eso, desde un día antes ubícalas y ponlas en un lugar “seguro” fuera del alcance de tus hijos.
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4. Duerme en cuanto vayan a la cama para que tú también descanses lo suficiente; de ser posible levántate más temprano que ellos para arreglar los pendientes que tienes. No te levantes exageradamente temprano, pero sí lo que necesites para tomar tu primera taza de café tranquilamente y comenzar el día.
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5. Sé honesta: ¿Qué tan organizada eres? Si puedes recordar todos tus pendientes, ¡Excelente! Pero si eres de las olvidan ir a la tintorería, mercado o al dentista, haz una lista todas las noches antes de dormir de las actividades o cosas que necesitas hacer y comprar para que nada se te vuelva a pasar.
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6. La noche anterior sirve para adelantar cosas que por lo general te quitan tiempo por la mañana, así que elige la ropa que tanto tú y tu hijo se pondrán al día siguiente desde los zapatos, la chamarra o suéter, y ponla siempre al lado de la cama. Si va a la guardería, prepara su pañalera para que no te quite tiempo por la mañana.
¿Qué te parece la rutina para antes de ir a dormir? Esta serie de acciones ayudarán a que tu hijo se vuelva ordenado, además será una buena forma de comenzar el día sin prisas y estrés.