Se estima que un 17% de la población en México padece estreñimiento y que el 43% de las mujeres mexicanas lo presentan al menos una vez a la semana.
De acuerdo a lo publicado en The American Journal of Gastroenterology 2005, publicación oficial del Colegio Americano de Gastroenterología, existen varios mitos y conceptos erróneos sobre el estreñimiento que se relacionan con hábitos y estilo de vida, así como con el consumo de laxantes. Entre los más comunes encontramos:
Mito 1: Consumir más fibra en la dieta mejora los síntomas del estreñimiento.
Verdad: Una dieta rica en fibra como parte de un estilo de vida saludable, es benéfica para el organismo en general. Ahora, es importante anotar que aunque tradicionalmente se ha asociado el estreñimiento con un consumo bajo en fibra, no existe evidencia real en los diferentes estudios clínicos al respecto, ya que comparando grupos de pacientes severamente estreñidos con diferentes cantidades de consumo de fibra en la dieta, los síntomas no sufrieron variación.
Aunque en algunas personas una dieta rica en fibra puede ser beneficiosa, en muchas personas con estreñimiento más grave el consumo de fibra puede empeorar más los síntomas. Además, se requiere que la fibra sea insoluble, pero ésta produce mucho gas en el intestino, por lo que puede limitar su aceptación.
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La fibra dietética es la parte de los alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, leguminosas, granos, nueces y semillas) que comemos y que no se puede digerir, pero que realiza algunas funciones vitales en el cuerpo. Existen dos tipos de fibra: soluble e insoluble (no se disuelve en el agua).
La fibra insoluble es material pesado que ayuda a mover los desechos a través del tracto digestivo y que brinda consistencia a las heces. Esto promueve la eliminación o evacuación intestinal regular y también reduce el riesgo de cáncer de colon. Alimentos ricos en fibra insoluble son salvado de trigo, granos enteros, piel de manzana, peras, papas, zanahorias y brócoli.
La fibra soluble se encuentra en la avena, la cebada, los frijoles y muchas frutas y verduras como el nopal. Este tipo de fibra ayuda a disminuir el colesterol en la sangre y también ayuda a controlar los niveles de azúcar.
Mito 2: Tomar más líquidos mejora el problema del estreñimiento.
Verdad: Es recomendable la ingesta de, al menos, dos litros de agua al día para el bienestar del organismo. Sin embargo, hasta el momento no existe evidencia científica que sugiera que consumir más líquidos ayude a quitar el estreñimiento, a menos que la persona esté deshidratada. De hecho, el agua es procesada y eliminada en los riñones, no en el intestino, de tal manera que el volumen de agua de que dispone el intestino no varía por un mayor consumo de líquidos.
Mito 3: Realizar alguna actividad física mejora el estreñimiento.
Verdad: La actividad física mejora el rendimiento físico y se relaciona con una mejoría en la salud. Puede ayudar a personas con estreñimiento leve, pero no está comprobado que ayude a la función intestinal en el estreñimiento más grave. En otras palabras, se acepta que las personas sin ninguna actividad física pudieran ser más propensas a presentar estreñimiento, pero no significa que una mayor cantidad de ejercicio aumente la frecuente de las evacuaciones.
Mito 4: El estreñimiento es un padecimiento exclusivo de las mujeres debido a los cambios hormonales a los que se enfrentan.
Verdad: Lo pueden padecer mujeres y hombres desde los primeros años de vida.
Mito 5: El uso de laxantes puede generar tolerancia, es decir, la necesidad de aumentar la dosis para mantener su efecto.
Verdad: La tolerancia sólo puede aparecer en los casos más graves con tránsito colónico lento, en quienes otro tipo de laxantes no son eficaces. En el resto de los casos no es habitual. No hay indicios de que pueda producirse un efecto rebote tras interrumpir la ingesta de laxantes.
Mito 6: Los laxantes producen adicción.
Verdad: No existe la posibilidad de que se produzca adicción a los laxantes porque la mayoría de ellos no se absorbe y ninguno cruza la barrera hematoencefálica. El uso de laxantes de contacto para el tratamiento de los síntomas del estreñimiento es seguro. Muchas percepciones negativas sobre el uso de laxantes han creado temores entre los que lo padecen, ahora se ha demostrado que son conceptos falsos infundados.
