Cuando hablamos de inteligencia casi siempre la relacionamos con las capacidades intelectuales que tiene una persona. Sin embargo, desde principios de la década de los noventa, surgió un nuevo concepto: la inteligencia emocional.
En el ámbito laboral, por ejemplo, hoy en día ya no es suficiente poseer un coeficiente intelectual adecuado, sino también tener cierta capacidad emocional que permita a las personas resolver problemas complejos y tomar decisiones difíciles de manera favorable.
¿Realmente es posible cuidar las emociones, controlarlas, saber cuáles debemos expresar y cuáles no y en qué momento?
¿Qué tan bien lo estás haciendo?
La noción de inteligencia emocional está formada por cinco elementos o áreas de aptitud. Descubre en cuáles has hecho una buena inversión y en dónde tienes que dedicar más trabajo y energía.
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Autoconciencia
Significa conocerte a ti misma y saber lo que dicen tus emociones. Respétate, halágate cada vez que puedas, sé positiva, se fiel a lo que crees, dale un descanso de vez en cuando a la lógica y a la razón, escucha a otros y no pierdas de vista el impacto que tienes en los demás, sobre todo en tus hijos.
Autorregulación
Es ser capaz de manejar o controlar tu propio estado emocional. Para lograrlo, intenta frenar tus impulsos, exprésate pero nunca de forma agresiva, sé flexible, fluye y no fuerces las cosas, cuida tu comunicación no verbal y no le dediques demasiado tiempo a los problemas; cuando sepas que solucionarlos no depende de ti, aléjate de ellos.
Empatía
También es importante reconocer y leer emociones en los demás. Es decir, debes ser sensible a otras personas y tratar de comprenderlas, fomentar el desarrollo de otros y estar actualizada con lo social y político que sucede en tu entorno.
Motivación
Quiere decir que debes dirigir tus emociones en función de tus metas. Lucha por mejorar y alcanzar estándares altos, toma iniciativas y aprovecha las oportunidades. Sé optimista incluso cuando las cosas no estén saliendo como tu esperabas y comprométete con tus metas, sé perseverante.
Habilidades sociales
Significa cómo te relaciones con los demás y cómo influyes en ellos. ¿Cómo son tus relaciones interpersonales, qué tanto puedes comunicarte con los demás y cómo trabajas con otras personas?
Recuerda que los adultos somos el ejemplo de los más pequeños, así que antes de ejercer autoridad frente a tus hijos, hazte un autoexamen sobre la dirección que le estás dando a tus propias emociones.