Infórmate y pregunta
Shelley Lewis, autora del libro Five Lessons I Didn’t Learn from Breast Cancer aconseja visitar instituciones o sitios web que te inspiren confianza además de no adelantarte a los hechos. Si acabas de ser diagnosticada, investiga sobre las primeras etapas del cáncer y hazle todas tus preguntas al especialista.
Conoce tus opciones
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Habla con tu doctor sobre los índices de éxito o fracaso y los efectos secundarios, recuerda que él recomendará los tratamientos, pero tú tienes la última palabra. Considera su experiencia y escucha tu voz interior.
Anticípate a los posibles cambios físicos
Por ejemplo, cortarte el pelo para evitar el momento en que se caiga por las quimioterapias. No te decimos que lo hagas, pero hay quienes al ser diagnosticadas con cáncer, optan por raparse.
Vive un día a la vez
Cuando el futuro parece incierto, determina qué es lo realmente importante y realiza actividades gratificantes para ti. Trata de no planear a largo plazo, toma las cosas con calma y ¡disfrútalas!
Continúa con tus actividades
Es lógico que a ratos el cansancio o la depresión se apoderen de ti, pero intenta seguir con tu ritmo habitual de vida: ve al cine con tu pareja, come en familia o toma un café con amigas. Aunque suene difícil, intenta minimizar este mal.
Ejercítate
Según la American Cancer Society, las mujeres que hacen actividad física durante el tratamiento lo sobrellevan mejor, pues el ejercicio provee de energía y da sensación de alivio. Por ejemplo, pasea a tu mascota o da la vuelta en el parque.
Busca ayuda
Puedes sentir que quien no ha experimentado el cáncer no comprende lo que estás sintiendo, así que hablar con gente que está pasando por la misma situación te ayudará a sentir cobijada. Asociaciones como Cim*ab, Grupo Reto y FUCAM pueden apoyarte.
Comparte tus sentimientos
La comunicación con tu familia y amigos puede ayudarte a reducir la ansiedad y el miedo; permite que te apoyen, escuchen y formen parte de tu tratamiento.
Tómate un tiempo
Probablemente durante esta etapa estarás rodeada de mucha gente y llegará un momento en que querrás un tiempo a solas. Háblalo y pídeles que respeten tu espacio.
Que se te resbale
No te desgastes, piensa que no se puede cambiar al mundo y menos a esas personas que siempre dirán la frase menos pertinente o harán cientos de preguntas. Lo único que te aconsejamos es no hacer caso a esas miradas intimidantes ni a las conversaciones incómodas.
Especialmente cuando acabas de recibir la noticia, es normal estar triste, enojada y pensar que nada volverá a ser igual. Date tiempo para experimentar toda clase de sentimientos para luego superarlos y enfocarte exclusivamente en sanar.
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