Durante el tercer trimestre notarás un cambio total en tu ritmo respiratorio debido a varias razones:
- Los elevados niveles de progesterona aumentan tu temperatura corporal y tu ritmo de respiración
- A medida que tus costillas se ensanchan hacia afuera, tu diafragma debe estirarse más, un proceso en el que pierde flexibilidad. Este movimiento reducido del diafragma te obliga a respirar con mayor intensidad
- Para adaptarse al crecimiento del útero y del bebé, tu caja torácica asciende hasta 5 cm y las costillas inferiores se expanden a los lados. Esto suele causar molestias o dolor alrededor de la caja torácica y puede hacer que te falte la respiración
Hacia el final del primer trimestre, muchas mujeres también tienen problemas para respirar, un síntoma que a veces persiste a lo largo de todo el embarazo.
Los grandes cambios que se han producido en tu corazón y en tus vasos sanguíneos significan que casi todos los órganos de tu cuerpo están trabajando mucho más, por lo que demandan un aumento drástico en el aporte de oxígeno.
En el embarazo, tu necesidad de oxigenación aumenta en un 15 -20 %, del cual una mitad es destinada al útero, la placenta y el bebé, mientras que la otra mitad se encarga de alimentar el trabajo del corazón y los riñones, aunque una parte también se destina a los músculos respiratorios, los senos y la piel.
Para abastecer esta cantidad adicional, tus pulmones necesitan hacer una adaptación especial para inspirar una mayor cantidad de oxígeno y espirar una mayor cantidad de dióxido de carbono con cada respiración. A esto se le conoce como volumen tidal, el cual aumenta en un 40% durante el embarazo.
TIP
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Si la falta de respiración llega a incomodarte mucho, intenta reducir los esfuerzos innecesarios sin dejar de mantenerte activa. Permanecer acostada puede empeorar la falta de respiración, así que durante el último trimestre es probable que debas descansar semi-recostada.
