El tubo neural es la estructura del embrión a partir de la cual se origina el sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal). Éste debe cerrarse entre la tercera y cuarta semana del embarazo, ya que de lo contrario el embrión puede presentar malformaciones congénitas.
De acuerdo a su pronóstico, su tratamiento y su frecuencia, existen por lo menos nueve diferentes tipos de defectos del tubo neural:
- Meningocele craneal
- Meningoencefalocele
- Anencefalia
- Espina bífida oculta
- Disrafia espinal
- Lipomeningocele
- Meningocele
- Mielomeningocele
- Raquisquisis
El defecto más común es el mielomeningocele, también conocido comúnmente como espina bífida. Este padecimiento sucede cuando la médula espinal no se forma correctamente, debido a que durante el primer mes de gestación los arcos vertebrales chocan unos con otros, dejando un espacio en la columna vertebral.
El mielomeningocele es un padecimiento muy serio, ya que desde que el bebé nace no mueve ni siente sus piernas, por lo que es necesaria una operación. Además, tiene 80% de posibilidades de presentar hidrocefalia en la cabeza y problemas urinarios y ortopédicos. En más del 70% de los casos los bebés desarrollan incontinencia urinaria y fecal.
Para este tipo de padecimiento, el bebé requerirá atención de diferentes especialistas médicos como: Neurocirujano, Neurólogo, Ortopedista, Urólogo, Gastroenterólogo, Psicólogo y Médico en rehabilitación.
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Además, lo más recomendable es que sea operado a las 24 horas de nacido, para evitar mayores complicaciones y secuelas. Desafortunadamente, más del 80% de los casos no reciben atención oportuna e integral, lo que afecta su calidad de vida.
El tratamiento y el tiempo de rehabilitación dependen de distintos factores como la condición específica del paciente, el grado de déficit neurológico, el momento en que se realizó el cierre del defecto y el tiempo de inicio y la constancia de la fisioterapia.
Es importante destacar que ante el diagnóstico de este padecimiento y ante la gran cantidad de necesidades médicas y económicas, puede producirse un descontrol familiar que puede terminar en violencia, en separación de los padres o incluso en el abandono del menor.
¿Quiénes corren el riesgo?
Estudios realizados por investigadores del Instituto Nacional de Perinatología demostraron que más del 60% de los casos de defectos del tubo neural se deben a la falta de vitamina B9 (ácido fólico) antes y durante el embarazo.
El 40% de estos casos se debe a la dificultad de absorber dicha vitamina de los alimentos, principalmente de la población latina. De hecho, 4 de cada 10 mexicanos desarrolla problemas para procesar el ácido fólico adecuadamente.
El 20% restante se debe a causas comunes que destruyen la vitamina, como la preparación de los alimentos, los medicamentos (anticonvulsivos, anticonceptivos y acetilsalicílico) y factores físicos. Por si esto fuera poco, la deficiencia de ácido fólico también es factor de cáncer de colon, cáncer de mama, cáncer cérvicouterino y cáncer de próstata. Además, favorece el padecimiento de infartos, Alzheimer y problemas circulatorios.
Prevención
Uno de los principales métodos para prevenir este tipo de padecimientos es el consumo de alimentos ricos en ácido fólico, entre los que están: espinacas, berros, brócoli, quelites, hígado de res, naranja, frijoles, lentejas, entre otros.
Debido al proceso de elaboración por el que pasan los alimentos, tan sólo se aprovecha cerca del 40% de sus nutrimentos, por lo que es recomendable combinar la dieta diaria con suplementación. La ingesta recomendada de ácido fólico es de 0.4 mg diarios.
Asimismo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda el consumo de ácido fólico 3 meses antes del embarazo y durante toda la gestación, pues con ello se reduce hasta un 70% el riesgo de tener un bebé con espina bífida.
¿Sabías que…?
México ocupa el primer lugar a nivel mundial en padecimientos congénitos por defectos del tubo neural, que es, además, la segunda causa de afecciones en los recién nacidos, con aproximadamente 60 mil casos al año.
“Todas las madres de los niños con espina bífida hubiéramos dado nuestra vida por conocer oportunamente la información sobre el ácido fólico, pues le hubiera evitado a nuestros hijos tener alguna discapacidad y, en algunos casos, la muerte”.
Para más información sobre el tratamiento de los defectos del tubo neural, comunícate a la Asociación de Espina Bífida Miel que vino del cielo A.C. al 5769 61 72.