Resulta evidente la necesidad de promover el parto humanizado, sin embargo, un curso psicoprofiláctico no sólo consiste en la preparación para un parto natural, sino también en una experiencia de aprendizaje integral de la pareja para hacer del embarazo, el nacimiento y la lactancia una vivencia única, completa y gratificante.
Este curso lo debe brindar una educadora perinatal certificada, pues sólo ella estará capacitada para guiar a la pareja, ayudarlos a superar sus miedos y establecer un plan de parto adecuado a sus necesidades y deseos.
El curso se divide en tres áreas:
- Cognitiva
- Física
- Emocional
Desde el punto de vista cognitivo, la psicoprofilaxis brinda herramientas a la pareja para que sea capaz de elegir el tipo de parto que quiere tener, tomando en cuenta los diferentes escenarios posibles.
Durante las sesiones se abordan temas teóricos relacionados con el embarazo, el parto, el posparto, la lactancia, los cuidados del recién nacido, entre otros. Por ejemplo, el miedo al dolor del parto se reduce en gran parte con la información adquirida en el curso, pues se desmienten los mitos en torno al embarazo y el nacimiento del bebé.
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En el curso también se enseñan técnicas de respiración para que la mujer aprenda a oxigenar adecuadamente su cuerpo y sea capaz de controlar el trabajo de parto sin complicaciones, fortaleciendo así la vinculación entre ella y su bebé.
Desde el punto de vista físico, se desarrollan ejercicios para fortalecer y tonificar algunos músculos que se requieren tener en buenas condiciones en el trabajo de parto. Se busca también que la mujer aprenda a conocer su cuerpo y pueda reducir así los problemas respiratorios, cardíacos, musculares y circulatorios propios de esta etapa.
Emocionalmente lo más importante es que la mujer recupere la confianza y la seguridad en su propio cuerpo, es decir, en el potencial de su naturaleza. Además, mediante un curso psicoprofiláctico se involucra al hombre en el embarazo para que junto con su pareja puedan disfrutar de esta etapa al máximo.
Es importante que la educadora perinatal y la pareja acepten la indicación médica de la cesárea si es por salud del bebé. No debemos olvidar que el objetivo principal es el bienestar de la madre y de su hijo. Recuerda que no importa cómo suceda: el nacimiento será una experiencia bella y única de cualquier manera.