Estás en plena adolescencia y hace poco descubriste que estás embarazada. Probablemente una de las primeras cosas que te preguntaste fue por qué tenía que sucederte a ti. Tal vez te sentiste más confundida e indefensa que nunca y mil escenarios pasaron por tu mente. Seguramente tomar una decisión al respecto no fue nada fácil y dudaste una y otra vez si tu elección sería la mejor para ambos.
Lo cierto es que si estás leyendo esto es porque decidiste tener a tu bebé, preocuparte y hacerte responsable de ese ser que viene en camino Pero ¿ahora, qué sigue?
Es probable que tengas que atravesar momentos en los que te sientas fuera de lugar y seas el blanco de miradas curiosas e incluso juiciosas.
Muchas personas ven el sexo en la adolescencia como algo malo, sin tomar en cuenta que la sexualidad se intensifica con la pubertad y ocupa un lugar central en el desarrollo adolescente, pues los cambios corporales y hormonales durante esta etapa producen un aumento normal de los impulsos sexuales.
Sin embargo, un embarazo adolescente puede ser, efectivamente, el desencadenante de algunos problemas, pues apenas te estabas definiendo a ti misma y descubriendo lo que querías ser, cuando de pronto elegiste, sin planearlo del todo, convertirte en mamá. Recuerda que esta decisión es un ejercicio de tu autonomía, y que es un escalón más para comenzar a construirte.
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Todo esto puede llegar a ser abrumador y probablemente llegues a sentirte saturada debido a los consejos, expectativas y comentarios de los demás. Toma las cosas con calma, pues al igual que cualquier otra mujer embarazada por primera vez, hay muchas cosas que desconoces y que, afortunadamente, puedes aprender.
Hay que tomar precauciones ante los posibles riesgos
En lo que corresponde a la salud, las tasas más altas de mortalidad fetal se encuentran identificadas en embarazos a temprana edad, al igual que el surgimiento de enfermedades maternas durante el embarazo, como la anemia.
En el bebé, pueden manifestarse bajo peso al nacer, retraso mental, malformaciones congénitas y otras dificultades posteriores en su desarrollo.
¿Cómo disminuir los riesgos?
- Suspende por completo el consumo de café, alcohol, cigarro y cualquier sustancia estupefaciente
- Sigue una rutina de sueño adecuada y evita desvelarte
- Consume alimentos saludables (frutas, verduras, leche, cereales, etc. ) y toma por lo menos un litro y medio de agua al día
- En cuanto sepas que estás embarazada y ante cualquier molestia o síntoma extraño visita a tu ginecólogo
- Consulta con tu médico la posibilidad de que tomes algún tipo de suplemento multivitamínico que contenga ácido fólico, para así prevenir defectos del tubo neural de tu bebé
- Realiza actividades que realmente disfrutes y que te relajen
- No consumas ningún medicamento que tu médico no te haya prescrito
- Si tu ginecólogo te lo autoriza, realiza algún tipo de ejercicio físico
¿Qué dicen las cifras?
- En América Latina, los nacimientos entre las adolescentes (mujeres entre 15 y 19 años) representa entre el 15 y el 20% del total de nacimientos de esta región, de los cuales el 70% no son planeados
- En 2006, alrededor de 76 mil nacimientos correspondieron a madres entre 15 y 24 años (39% del total de nacimientos)
- La Red por los Derechos de la Infancia reportó que durante 2007, se registraron 8, 857 madres adolescentes entre 12 y 17 años, en la Ciudad de México
Recuerda que no estás sola y que hay muchas más mujeres viviendo la misma situación que tú.
¿Sabías que?
- La probabilidad estadística de que el esperma de tu pareja se haya encontrado con tu óvulo es asombrosa: en promedio, un hombre eyacula alrededor de 5 ml de semen, los cuales contienen entre 100 y 300 millones de espermatozoides, de los cuales menos de 100,000 logran atravesar el cuello uterino. Apenas 20 sobreviven y llegan a las trompas de Falopio, y sólo uno logra fertilizar el óvulo. ¡Celebra este increíble acontecimiento!
- Cada una de tus emociones producen una sustancia química que genera una reacción física en tu cuerpo. Todas estas sustancias circulan por tu cuerpo, por lo que todas tus emociones y pensamientos son captados por tu bebé en útero a través del cordón umbilical. ¡Tu bebé siente lo que tú sientes! Transmítele paz y alegría
¿Has pensando en todo lo positivo?
- Serás una mamá joven. Si aceptas esta etapa con todas sus responsabilidades y satisfacciones, en un futuro podrás entender y aconsejar mejor a tu hijo. Lograrás reconocer y comprender por lo que está pasando, pues tendrás relativamente pocos años de haber pasado precisamente por lo mismo. Además, al ser una mamá joven tendrás más energía, lo que hará que tu hijo y tú vivan más cosas juntos y tengan empatía en las etapas difíciles como la pubertad o adolescencia
- Probablemente contarás con el apoyo de tu mamá o de algún familiar cercano. Esto te facilitará las cosas y podrás seguir estudiando (por ejemplo, hacer la preparatoria abierta). Esto no sólo te hará estar más preparada, sino que te permitirá ser más competitiva y tener más oportunidades para poderte hacer cargo financieramente de tu hijo y ofrecerle mejores cosas. Recuerda que aunque siempre es más fácil hacer las cosas en equipo, tus familiares pueden ayudarte, pero finalmente ese bebé es tuyo y eres tú quien tiene que asumir la mayor parte de la responsabilidad
- Actualmente hay guarderías accesibles que te permitirán continuar la escuela y/o trabajar.
- Una de las principales razones por la que el embarazo adolescente es mal visto es porque se asume que los jóvenes no están preparados para enfrentar la paternidad. Los estudios afirman que con frecuencia los adolescentes abandonan sus responsabilidades paternas y la escuela. ¿Cuál es el lado positivo de todo esto? Que de ahora en adelante tienes la oportunidad de demostrarle a la sociedad lo contrario