Por Elena Cantú González
Si estás esperando un bebé, ya te habrás familiarizado con los altibajos emocionales más extremos. Y es que durante la gestación se produce una descarga hormonal tan intensa que te lleva por caminos drásticamente fluctuantes y poco conocidos, en donde tienes poco control de tu estado de ánimo.
Hormonas de amor
La locura hormonal del embarazo no es gratuita: esas sustancias son segregadas para asegurar el desarrollo del bebé, aunque en el camino pueden combinarse con otras hormonas del cuerpo y producir un verdadero cortocircuito emocional. Junto con las modificaciones tendientes a facilitar la evolución del embarazo y del desarrollo de tu bebé, las hormonas actúan en tus emociones, promoviendo, entre otras cosas, la génesis del sentimiento de maternidad, como plataforma esencial para la constitución del vínculo afectivo mamá-hijo.
- Una de las hormonas que tiene un papel fundamental es la oxitocina, la cual, para Mario Caba, del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana, es “la hormona del amor materno” facilitando el trabajo de parto y la lactancia
- De la mano de la oxitocina está la prolactina, que además de inducir el instinto maternal, es responsable de la producción de leche
- Otras sustancias que continúan su acción tras el parto son las catecolaminas. Se consideran como las hormonas de alerta, ya que hacen que la mamá pueda permanecer en estado de alerta cuando su bebé ha nacido como una forma de protección y defensa
- Todas las hormonas que intervienen en el instinto maternal son secretadas en el periodo perinatal, aunque se da un incremento importante de éstas en el parto. Después se eliminan gradualmente, pero aún así dejan una huella definitiva que sentará las bases para que se desarrolle un apego entre ustedes.
[relacionado id=2277]
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Otras acciones hormonales
La placenta produce varias hormonas para mantener al bebé:
- Produce una hormona estimulante de los melanocitos que oscurece la piel de la mamá, generando el conocido paño (cloasma)
- Incita la actividad de la glándula tiroides, lo que acelera la frecuencia cardiaca, palpitaciones, sudoración excesiva y causa inestabilidad emocional
- La hormona lactógeno de la placenta humana estimula las glándulas productoras de la leche, preparándote para la lactancia
- La gonadotropina coriónica humana (HCG), estimula la producción de estrógenos para sostener el embarazo, y de progesterona, que produce el engrosamiento del recubrimiento del útero para la implantación del embrión
Desde el embarazo, tu hijo vive y siente como propias tus emociones, que le son transmitidas a través de cambios físicos como el aceleramiento de los latidos de tu corazón y un ritmo respiratorio diferente. Además, a través de la sangre materna que el bebé recibe por medio del cordón umbilical, se transmiten las reacciones que experimentas. Por ejemplo, las endorfinas, que dan una sensación de bienestar y tranquilidad, sirviendo de base en la construcción del temperamento y dejando huella en su vida.
[relacionado id=404]