Debido a los grandes cambios hormonales e inmunológicos que ocurren durante la gestación, eres más susceptible a enfermarte o ser contagiada por diversos tipos de virus. Por eso, es importante que modifiques ciertas actividades de tu vida cotidiana para reducir al máximo los riesgos.
Más vale prevenir
1. Cuida las normas generales de higiene personal, alimentos y ambiente que te rodea, así evitarás el peligro de infecciones e intoxicaciones
2. Utiliza la ropa adecuada y evita las que sean muy ajustadas que dificulten la circulación sanguínea de piernas o de abdomen así como los movimientos fetales. Pon atención a las medias y calcetines y busca que no tengan bandas elásticas
3. Procura realizar trabajos en los que no involucres fatiga física o mental excesivas. Evita todo lo que pueda implicar caídas, golpes o contusiones. El nivel de esfuerzo dependerá de la etapa del embarazo en la que te encuentres
4. No fumes, el tabaquismo te traerá problemas respiratorios y está asociado con bajo peso al nacer
5. Evita la exposición solar directa que podría producir o agravar una pigmentación facial típica de tu estado (cloasma gravídico o paño)
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
6. Reduce el contacto con gatos y roedores, ya que algunos son trasmisores de enfermedades como la toxoplasmosis. Si estás cerca de ellos, lávate las manos constantemente. En el caso de los perros, no se han encontrado contraindicaciones
7. Elude destinos turísticos con escasos servicios sanitarios. Hacia el tercer trimestre procura no realizar viajes largos y no tomar medicamentos contra el mareo que no hayan sido indicados por tu médico
8. Utiliza el cinturón de seguridad y la cinta inferior ponla tan baja como sea posible, junto a tus muslos. Jamás lo pongas alrededor del abdomen, en caso de accidente, puede causarles lesiones importantes. La superior debe pasar entre tus pechos
9. Cuando realices un viaje en avión, intenta obtener un asiento junto a uno de los pasillos en la parte delantera de la cabina porque es la zona más estable y te permite ponerte de pie, pasear y poder ir con facilidad al baño. Los detectores de metales no son peligrosos para tu bebé
10. No uses zapatos altos ni con correas, éstos oprimen tus piernas y te hacen más propensa a sufrir calambres recurrentes
11. Controla los mareos y procura no cambiarte bruscamente de posición. Incorpórate despacio de la cama y, en lo posible, huye de los lugares concurridos. Los periodos prolongados de ayuno también agravan la situación. Si sientes inestabilidad, busca un ambiente fresco, realiza respiraciones profundas y colócate en el suelo sobre tu lado izquierdo con las piernas ligeramente flexionadas
¡Disfruta! Esta es una gran etapa y con los cuidados adecuados, puedes vivir una experiencia única.