Todos los alimentos envasados contienen sustancias químicas como edulcorantes, estabilizadores, colorantes, etc., que permiten mejorar su apariencia y textura y que tengan mayor caducidad. Algunos aditivos no representan ningún riesgo pero no se sabe con seguridad de otros.
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Si eres de las que prefiere hacer las papillas utilizando frutas y vegetales frescos, tal vez te interese saber que para conseguir una mayor producción de estos, se suelen utilizar abonos y pesticidas, mismos que no desaparecen y llegan hasta nosotros cuando los adquirimos en el mercado o en el súper. Se ha demostrado que no son buenos amigos de la salud, algunos son cancerígenos, otros producen Alzheimer, y la cocción no los elimina por completo.
Ahora, una alternativa que se ha ido desarrollando en los últimos años para evitar exponernos por completo a ellos, son los alimentos orgánicos.
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Aunque no hay una definición legal de lo que es orgánico, se dice que estos alimentos tienen que cumplir con ciertos estándares como no utilizar fertilizantes ni pesticidas, ingeniería genética y ciertos tipos de radiación; pero para combatir las plagas se permite el uso de productos naturales como el ajo, ají y ortiga. Sin embargo, esto no es ninguna garantía, ya que puede haber contaminación con sustancias del suelo o el agua. Además de que a pesar de que se dice que estos productos tienen mayores propiedades nutricionales que los cultivados bajo técnicas tradicionales, hasta ahora no ha habido ningún estudio que lo demuestre de manera contundente.
¿Cuál es la mejor opción?
Lo más importante es que tu bebé tenga una dieta bien equilibrada, para ello, quien tiene la última palabra es el nutriólogo. Mientras obtenga todos los nutrientes necesarios tendrá más posibilidades de hacerle frente a las sustancias nocivas que inevitablemente entrarán a su cuerpo de una u otra forma.
Sin importar por cuál opción te inclines es recomendable:
- Compra vegetales y frutas de temporada pues son los que mejor calidad tienen.
- Consumir los orgánicos si están disponibles y puedes pagarlos (normalmente son más caros).
- Que los alimentos no estén en malas condiciones, que no tengan agujeros ni cortes, y sobre todo que sean frescos.
- Lávalos muy bien y cocínalos lo suficiente.
- Lee las etiquetas detenidamente, no por ser orgánico está libre de riesgo.
- Si te preocupan los pesticidas, quítales la cáscara o corta las hojas exteriores a vegetales como la lechuga y la col.
- Revisa la fecha de caducidad en la etiqueta y asegúrate de que el sello de la tapa está intacto.
- Trata de darle a tu bebé alimentos variados, de esta manera no se expondrá a un solo pesticida.