Estos bebés tienen mayor probabilidad de ser adultos obesos, según el estudio realizado por los doctores David Ludwig del Hospital de Niños de Boston, y Janet Currie de la Universidad de Columbia, Nueva York, donde se observó el impacto del peso de las mamás en sus hijos. Durante la investigación se analizaron los embarazos de más de 500 mil mujeres, donde también se descubrió que el gen de la obesidad no es el único factor que nos hace propensos a esta enfermedad.
Las mujeres que tuvieron partos anteriores al del estudio, fueron el centro de atención, ya que la diferencia de peso entre los dos se reflejó en el de sus hijos.
Por cada kilo que subía la mamá, el bebé pesó 7.35 gramos más. Al comparar a los hijos de quienes aumentaron hasta 24 kilos con las que sólo ganaron entre 8 y 10, la diferencia fue de 149 gramos en promedio, lo que representa una probabilidad de parir a un bebé de cuatro kilos o más.
Las recomendaciones de los autores del estudio son:
- Lleva un control sobre tu peso durante el embarazo
- Vigila que no subas más de 16 kilos
- Desecha la idea de que ahora comes por dos
Ten en cuenta que el riesgo del aumento excesivo de peso durante el embarazo no solamente es que tu bebé nazca con mayor peso, sino que será propenso a la obesidad, lo que a largo plazo podría acarrearle otras enfermedades.
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