Se considera un problema multifactorial que puede tener cinco posibles causas:
- Intolerancia o alergia a la proteína de la leche o soya
Los bebés lactantes o alimentados con fórmulas pueden presentar cólicos debido a que las proteínas de la leche les producen inflamación y alteraciones en la motilidad gastrointestinal con dolor. - Sistema gastrointestinal inmaduro
Puede deberse a gases excesivos (por ingesta de aire secundario al llanto o por una mala técnica de alimentación que provoca dolor por distensión del estómago y del intestino). Otra causa es el reflujo gastroesofágico que provoca inflamación del esófago y dolor. - Sistema nervioso central inmaduro
Generalmente madura en los primeros tres o cuatro meses de vida, mientras tanto puede ser difícil que los bebés se adapten a los cambios de luz, ruidos fuertes y muchos otros estímulos externos que aún no saben controlar de manera adecuada. - Acoplamiento de los padres con el bebé
El bebé se comunica con sus padres a través del llanto, hasta que gradualmente aprende a hablar. Así que los padres deben aprender a interpretar la razón del llanto y tratar de resolver el problema (hambre, frío o calor, cansancio, aburrimiento, dolor, sentirse mojado).
[relacionado id=2440]
¿Cuál es el tratamiento para los cólicos?
No existe un tratamiento específico para los cólicos, pero se puede hacer mucho para disminuir el efecto. Primero es importante que los padres se aseguren de que el bebé no tenga hambre, lo cambien de posición, traten de estimularlo por si se encuentra aburrido, arrullarlo, cargarlo, cantarle, abrazarlo y hablarle. Para disminuir el dolor durante el cólico, es recomendable colocar al bebé boca abajo sobre tus piernas y frotar su espalda.
Existen medicamentos antiespasmódicos que siempre deben ser indicados por el pediatra, ya que su abuso puede provocar ciertas complicaciones e incuso una parálisis intestinal. Por otro lado, los medicamentos antiflatulentos sirven para disipar más fácilmente los gases acumulados en el intestino del bebé.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Cuando se sospeche de algún tipo de alergia a la proteína de la leche, la fórmula del bebé puede ser sustituida por otra que sea hidrolizada y en algunas madres pueden modificar su propia dieta (eliminando lácteos). Si se sospecha de reflujo gástrico, se puede iniciar tratamiento con medicamentos y continuarlo si se determina que tiene un efecto positivo.
