Escuchas surgir un llanto en medio de la noche. Más dormida que despierta, vas al cuarto de tu hijo para saber qué pasa. En semejante circunstancia cualquier síntoma te parece grave, sobre todo porque estás desorientada, pero tranquila, aquí tienes una guía para lidiar con cinco comunes padecimientos.
Fiebre
Es un signo de infección que debe considerarse serio, especialmente en un recién nacido. Cualquier fiebre en un bebé menor de 4 meses debe ser evaluada por el médico. Aunque la probabilidad de una infección grave es baja, es necesario ponerse en contacto con él inmediatamente.
En niños mayores, si no presentan otro síntoma, están comiendo bien y la fiebre se controla puedes esperar a que pase la noche para consultar con su médico. Recuerda que es muy importante que tengas en casa un termómetro y aprendas a medir la temperatura del bebé.
Cómo tratarla
Lo más importante es bajar la fiebre. Si se trata de un recién nacido, debes colocarlo en una habitación templada, sin corrientes de aire y desvestirlo. Si tu hijo es mayor de 3 meses, puedes bañarlo con agua templada procurando que se moje la cabeza. Cuando el agua se enfríe, cámbiala. Después de veinte minutos, toma de nuevo la temperatura y asegúrate de que está disminuyendo. Si ya bajó, puedes secarlo y vestirlo.
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En cuanto a los medicamentos para la fiebre, sigue las dosis recomendadas por el médico y evita medicarlo sin su instrucción, pues el paracetamol puede causar severos daños al hígado si se da en sobredosis. El ibuprofeno no se recomienda para niños menores de 6 meses y es importante decir que nunca se debe de usar aspirina para tratar la fiebre en los niños.
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Cuándo llamar al doctor
Si se niega a beber líquidos, tiene vómito y/o diarrea, o tiene otros síntomas como dificultad para respirar y/o erupciones. También cuando la fiebre no disminuye aun después de mantenerlo con ropa ligera, darle mucho líquido y bañarlo con agua templada.
Vómito/ Dolor de estómago
Es un síntoma común en los recién nacidos y bebés. En el caso de los recién nacidos el vómito de leche o fórmula inmediatamente después de la alimentación puede ser considerado normal. No así cuando se acompaña de otros síntomas, es abundante y frecuente o tiene características distintas.
En el caso del dolor de estómago, es difícil de identificar en los recién nacidos y generalmente se acompaña de algún otro síntoma que hace que se busque atención médica (diarrea, vómito, distensión abdominal, fiebre), además, puede ser manifestación de un problema grave.
Cómo tratarlo
Cuando el vómito es abundante, lo mejor es dar al niño pequeñas cantidades de líquidos con la intención de reponer lo perdido: Una vez que el vómito se ha calmado, debes darle una cucharada de agua, Pedialyte o vida suero oral cada quince minutos. Se recomienda seguir dando pecho o fórmula según sea el caso. A los niños más grandes puedes darles hasta 250ml cada media hora. Si sólo tienes un Gatorade a la mano está bien, sólo trata de diluirlo con una cantidad igual de agua.
Para el dolor de estómago es importante no medicar al niño, sin importar su edad, ni con analgésicos ni con medicamentos para el cólico, pues podrías retrasar la aparición de síntomas más graves y demorar su tratamiento adecuado.
Cuándo llamar al doctor
Si no deja de vomitar, no tolera los líquidos o muestra signos de deshidratación a pesar del tratamiento. También si el vómito tiene coloración verde, olor penetrante, muestra rasgos de sangre o se acompaña de diarrea.
Tos
La tos puede ser porque el exceso de moco en la nariz baja a la garganta y el cuerpo intenta sacarlo, aunque no hay que descartar la posibilidad de una infección de las vías respiratorias altas, o en un escenario muy alarmista, de los pulmones.
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Cómo tratarla
La mayoría de las infecciones son causadas por un virus, así que no debe tratarse con antibióticos. Pon un humidificador en la habitación o ve al baño y acondiciónalo de manera que se pueda encerrar el vapor del agua caliente y siéntate por unos minutos con tu hijo. Evita darle a un niño menor de dos años medicamentos para la tos. Para la congestión nasal, una solución salina como Sterimar, Otrimar o Nariclear resulta muy eficaz.
Cuándo llamar al doctor
Si tu hijo presenta serias dificultades para respirar. Los síntomas son:
– Al inspirar, se hunde la piel entre las costillas
– Los labios, la boca o las uñas se ponen azules o morados
– Le silba el pecho
– Tiene sueño inusual o no lo puedes despertar
– Los orificios de la nariz se abren de más al respirar (aleteo nasal, respira “como conejito”)
Dolor de oídos
Las señales son: llora mucho, se toca los oídos, tiene fiebre, no quiere comer y tal vez salga algún líquido, lo que significa que tiene una pequeña perforación en el tímpano que cerrará después de un tiempo cuando la infección haya desaparecido.
Cómo tratarlo
Aplica calor seco (no húmedo) por ejemplo, con una bolsa de agua caliente o trapos calentados (un poco) con la plancha. Jamás pongas gotas si sospechas de perforación del tímpano. Evita que entre agua u otra sustancia al oído y a la mañana siguiente llévalo al médico.
Cuándo llamar al doctor
Siempre que tenga infección en los oídos el médico debe revisarlo para evitar complicaciones. Pero acude inmediatamente al hospital si hay sangre o pus, ruptura del tímpano, fiebre o hinchazón cerca del área.
Diarrea
Es un síntoma frecuente que la mayoría de las ocasiones se debe a cambios en la alimentación (contenido de fibra, grasas, irritantes, cambio de fórmula en los bebés, alimentos nuevos) y se limita sola, requiriendo únicamente vigilancia y buena hidratación. Por otro lado, puede ser también manifestación de intoxicación, infecciones y en ocasiones de padecimientos graves.
Independientemente de la causa, lo más importante es que tu hijo está en riesgo de deshidratarse.
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Cómo tratarla
Lo primero es evitar la deshidratación. Como ya se mencionó, el vida suero oral o el Pedialyte serán de gran ayuda, sobre todo si tu hijo es menor de dos años. Además de la hidratación ayuda a su pronta recuperación incluyendo alimentos astringentes como arroz, pera, manzana, plátano, chayote, zanahoria, pan tostado, pavo o jamón. Evita que consuma lácteos (si ya no amamantas), azúcar o bebidas azucaradas, irritantes o grasas.
Es importante no darle medicamentos como analgésicos o antidiarreicos sin consultar al médico.
Cuándo llamar al doctor
Cuando la diarrea se acompaña de fiebre o dolor abdominal intenso así como en el caso de que evacue con sangre. Debes prestar particular atención si presenta:
– Debilidad, aspecto de estar muy enfermo
– Ojos hundidos, «vidriosos”
– Llanto sin lágrimas y boca muy seca
– Mollera hundida (en los recién nacidos)
– Piel delgada
– Orina escasa y concentrada
En ese caso, no pierdas tiempo y acude al servicio de urgencias más cercano. Ahí, además de hidratarlo, se podrá saber si la causa es grave o no.