La teoría del apego explica que el nivel de temor, incertidumbre o, por el lado contrario, de seguridad de un niño, depende en gran medida de la accesibilidad y respuesta que tiene de su principal figura de afecto (que es con quien establece este vínculo de apego); es decir, esta etapa influye significativamente en su desarrollo emocional y social.
Cuando el bebé no logra crear este vínculo, no sólo es más propenso a sentirse deprimido en su niñez, sino a ser un adulto hostil que difícilmente consigue relaciones saludables.
Para llevar una crianza con apego, puedes poner en práctica algunas acciones (con base en esta teoría, creada por John M. Bowlby) que promueven la vinculación segura entre tu hijo y tú:
- Comprenderlo y responder de forma sensible a las necesidades que expresa
- Alimentarlo con leche materna
- Cargarlo en brazos
- Dormirlo junto contigo (colecho)
- Recuperando el tiempo que estén separados
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