Por Verónica Valdés, tanatóloga
Para un niño de cero a tres años el concepto de muerte no existe ya que no comprende las dimensiones de tiempo y espacio y más bien la vive como una separación y en sentido concreto, como la falta de alguien o el abandono que en ambos casos representan una amenaza para su seguridad.
Aunque aún no son capaces de interpretar nociones más abstractas como la permanencia o universalidad de los decesos, los lactantes reaccionan mediante emociones fuertes como:
- Confusión
- Angustia por separación
- Regresiones en el desarrollo
- Berrinches exacerbados
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Hacia los tres años:
- Sienten incertidumbre de volver a perder a quien se han apegado tras el suceso
- Creen que son la causa de la infelicidad familiar
- Se adjudican la culpabilidad de que mamá o papá ya no esté
Qué hacer por edades
De cero a 2 años
Para los más pequeños en realidad hay muy poco que se les pueda decir y es más importante hacer por lo tanto:
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
- Procuren que si ha perdido a la madre, exista de inmediato un cuidador que continúe ofreciéndole un contexto contenedor y amoroso
- Exista continuidad en su rutina: que no cambien los horarios de comida, baño, sueño y juego, que en medida de lo posible se comporten tal y como venía haciéndolo quien era su cuidador primario
- Posterguen mudanzas, cambios de habitación, pasarlo a otra cama, inscribirlo a una nueva guardaría o cualquier actividad que implique trasladarlo a lo desconocido
- Mantengan la disciplina y sean doblemente pacientes con él
- Explíquenle lo que está sucediendo según su entendimiento
- Asegúrenle que lo que pasa no es responsabilidad de nadie y mucho menos de él
- Pregúntenle si quiere despedirse (según sea el caso)
- Respondan sus preguntas de forma clara y corta, incluso se valen los “no lo sé”
Si no ha sido posible decir “adiós” se pueden hacer rituales sólo para ellos pero eso dependerá de la cultura y e ideología de cada familia.
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Lo prohibido
- Mentirle pues le generará gran desconfianza y su autoestima lo resentirá
- Decirle que quien se murió: está dormido, se fue de viaje o descansa en paz pues lo asimilará como un tema tabú del que no se puede preguntar y se quedará con todas sus dudas sin resolver
- Puede sentirse muy ansioso porque podría fallecer al descansar o creer que ese ser querido lo abandonó y no desea volver a verlo
- Toma en cuenta que además del apoyo de tus familiares, el trabajo emocional de la mano de un especialista es uno de los mejores recursos para seguir avante
Agradecemos la participación de la psicoterapeuta y tanatóloga Verónica Valdés. Puedes contactarla al T. 04455 1474 5566 o al correo verovaldesor@gmail.com