Esto significa que el volumen de leche que generas va en relación directa con el nivel de succión del niño. Mientras más lo haga, mayor será la dosis, lo cual es muy importante sobre todo al nacer pues dicho líquido aún es escaso.
La alimentación a libre demanda evita la dolorosa y molesta congestión mamaria (pechos demasiado duros y llenos) que puede causar fiebre y aumentar los días de hospitalización, así como el uso innecesario de antibióticos.
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Se ha demostrado que entre más lacte, menores serán los niveles de bilirrubina (sustancia responsable del color amarillo de la piel) en los primeros días. Además, tu bebé aprenderá a alimentarse con mayor eficiencia.
Por lo general se recomienda esperar tres horas entre cada toma, pero esto no va de acuerdo con la libre demanda; puede ser que pida otra vez a la hora debido a que el líquido materno es de fácil digestión.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Lo aconsejable es que beba de 8 a 10 veces en 24 horas como mínimo. Además darle el pecho de manera inmediata cuando lo necesite, contribuye a que crezca con mayor seguridad en sí mismo.
Olvídate del reloj y de los tiempos fijos, recuerda que él debe ser quien establezca la duración y constancia de sus comidas.
¡Suerte!