Acunada o estirado
Siéntate en un lugar agradable con la espalda recta y acuesta a tu bebé de forma que su cara quede frente a tu pecho, los pies hacia el otro y su cabeza reposando sobre tu antebrazo.
Tu vientre y el suyo tienen que estar en contacto. Su brazo puede quedar debajo como si rodeara tu cintura. Usa un taburete o banco pequeño para que tus piernas descansen.
Sentada o de caballito
Ponlo frente a ti con una pierna a cada lado de la tuya y con tus manos haz soporte en su cabeza y espalda. Aunque sea emplea con poca frecuencia, esta modalidad es muy útil para niños con dificultad de fijación al pecho y el pezón, y para aquellos que presentan reflujo.
Recostada
Acuéstate de lado y colócalo hacia a ti. Asegúrate de que su cuerpo esté recto y para mayor comodidad, pon una almohada debajo de tu cabeza y otra detrás de él, así podrás apoyarlo.
Esta posición es básica para las tomas en la noche y cuando aún tienes molestias posparto.
Sea cual sea la que elijas, verifica que succione con la boca bien abierta cubriendo toda la areola, el labio inferior hacia afuera y la lengua debajo del pezón. Si escuchas que chasquea, no está tomando correctamente.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Es un reflejo digestivo natural en el que se expulsa aire y a veces va acompañado de un poco de leche.
Para ayudarlo a sacar lo que ha ingerido, siéntate erguida y apóyalo sobre ti con su barbilla recargada en tu hombro.
Dale suaves palmadas en la espalda durante 10 o 15 minutos hasta que lo logre. Funciona hacerlo de las nalgas hacia el cuello y con tu mano en forma de “cuna”