El problema al que quizá te enfrentas es que nos sugieren amamantar solo diez minutos de cada pecho y después completar con una o dos onzas de fórmula pero esto sólo hace que nuestro cuerpo nunca se percate de las necesidades reales de leche y además confunde a tu hijo ya que es muy diferente succionar de ti que del biberón.
Para aumentar la producción
Es muy importante que en los primeros días alimentes a tu hijo de 10 a 12 veces durante 24 horas. De esta forma garantizarás que se establezca una buena producción, ya que la cantidad de leche solamente depende del estímulo que haya al pecho, es decir, entre más seguido coma, más líquido producirás.
No debes darle complementos de ningún tipo es decir no fórmula, no tés ni tampoco chupones. Si ya está acostumbrado a tomar en polvo, debes ir bajando poco a poco la cantidad e ir incrementando las veces que se prende a ti para darle la oportunidad a tu cuerpo de establecer la producción adecuada para él.
Para ayudarlo a recuperar la forma en que debe succionar puedes hacerle estos ejercicios:
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
- Antes de que se prenda al pecho, introduce tu dedo y «rasca» su lengua, como si la quisieras baja
- Después has lo mismo con el paladar y sus mejillas
- Si es indispensable, dale un poco de fórmula pero con un vaso entrenador, cuchara, gotero o jeringa sin aguja
La cantidad de leche en nada depende de que tomes atoles, cerveza o pastillas. Las tres cosas que puedes hacer para tener una buena producción son:
- Estar relajada
- Tomar suficientes líquidos sin exagerar (ocho vasos de líquidos al día)
- Alimentar a tu bebé cuando lo pida. Recuerda que mientras más estímulo reciba tu pecho, más leche producirás