La leche se adapta a las condiciones de de tu hijo (si tuviste un embarazo de 9 meses o fue prematuro), asegurándole una buena nutrición y digestión. Al principio es clara, abundante en agua y lactosa; la cual es muy hidratante (leche “acuosa»). Poco a poco se hará espesa al grado de tener una consistencia cremosa y más nutritiva.
La lactancia comienza y se mantiene gracias a la glándula hipófisis, que secreta dos hormonas esenciales para la producción del líquido: la oxitocina y la prolactina.
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Oxitocina: Provoca las contracciones de los alveolos que impulsan la leche por el canal. El nivel de esta hormona aumenta en cuanto el bebé se prende del pezón.
Prolactina: Ésta activa la producción de leche en las células alveolares. Su nivel aumenta durante el embarazo.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Recomendaciones:
- Para evitar las manchas por “goteo” puedes usar almohadillas de lactancia (es importante que sean de algodón)
- Si tienes demasiada leche puedes recurrir a la donación
- Es esencial que aprendas a colocar correctamente a tu bebé mientras lo alimentas
- Recuerda dejar a un lado el estrés, ya que esto disminuye la producción de leche
- No olvides que después de cada toma debes sacarle el aire
Fuente: El pequeño Larousse de los niños de 0 a 3 años.