1. Salmón: Es ideal para la evolución del sistema nervioso de tu bebé. Te ayudará a tener mejor ánimo, pues algunos estudios señalan que este alimento previene la depresión posparto.
2. Leche: Recurre a ésta y a otros productos lácteos, como el queso y el yogurt, para revertir la pérdida de calcio. Lo recomendable es que incluyas de tres a cinco porciones.
3. Carne: Aporta hierro, el cual te da energía —quién no la necesita para cuidar a un recién nacido—; esta proteína también incluye vitamina B-12.
4. Frijol negro: Por su color contiene un alto grado de hierro, el cual lleva óxido a las células y bióxido de carbono a los pulmones, además beneficia el desarrollo óseo del bebé y es un gran antioxidante.
5. Arroz integral: Corresponde al grupo alimenticio de los granos y cereales, y en esta etapa te aportará las calorías que necesitas para producir leche.
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6. Huevo: Tiene vitamina D, la encargada de fortalecer tus huesos y ayudar a desarrollar los de tu bebé. Cómelo en el desayuno, o bien, prepara huevos cocidos y agrégalos a una ensalada.
7. Arándanos: Aportan antioxidantes, pero también le dan a tu cuerpo vitaminas y minerales, así como hidratos de carbono, que te reanimará después del parto.
8. Verduras de hoja verde: Se encuentran en esta categoría las espinacas, las acelgas y el brócoli. Son una fuente no láctea de calcio, están compuestas también por hierro, así como por vitaminas A y C
9. Naranjas: Las frutas que tienen Vitamina C, como los cítricos, son excelentes para esta etapa. Si las haces en jugo, te dará el ácido fólico que necesitas.
10. Agua: Ingerir líquidos te ayudará en la producción de leche, puedes consumirlos en sopas o caldos. Lo recomendable es que bebas por lo menos ocho vasos de agua al día y que sigas la regla de oro: tómala cuando tengas sed.