De acuerdo con Eduardo Ovadía, especialista en Odontología Infantil por la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, Estados Unidos, lo que sucede es que mientras los bebés no tienen dientes, su boca carece de bacterias; en cuanto sale el primero se da una colonización bacteriana acrecentada por la etapa oral del niño y a la cual sí se le pueden atribuir enfermedades del estómago.
Además, su contacto con los gérmenes se incrementa de manera considerable porque durante este periodo, él querrá llevarse a la boca cualquier objeto a su alcance por la constante necesidad de aliviar su dolor y claro está, no todos están propiamente higienizados para ello.
Consejos para evitar la diarrea
- Enfócate en que esté bien hidratado, ofrécele constantemente líquidos (de preferencia naturales)
- Procura no introducir muchos alimentos cuando esté dentando, ya que la variedad puede sensibilizar su sistema digestivo
- Asegúrate de lavar muy bien las mordederas, juguetes, cobijas y demás objetos a los que esté más apegado
- Llévalo con el pediatra ante cualquier cambio en la frecuencia y aspecto de sus evacuaciones. Así podrás descartar cualquier padecimiento grave
Ahora, sólo sé paciente y apoya a tu hijo en este momento de su desarrollo que cuando haya terminado, te dará el regalo de una gran sonrisa llena de diminutos dientes blancos.
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