Se clasifica en dos tipos y en diferentes grados, aunque todos comparten la misma particularidad: la pérdida parcial o total del borde externo.
- Flexible: es el más común. Se caracteriza porque el arco es visible al ponerse de puntas o al tener el pie en el aire, y desaparece al apoyar el peso corporal. No es doloroso, aunque después del ejercicio intenso, por lo general surgen molestias
- Rígido: también llamado patológico, provoca malestar y a veces disminuye la movilidad. Se identifica porque el arco es inexistente y está relacionado con malformaciones de huesos o articulaciones, una radiografía o estudios avanzados como tomografías permiten un análisis exhaustivo
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Síntomas
Pese a que no son comunes los típicos podrían ser:
- Dolor o sensibilidad en las extremidades inferiores
- Calambres
- Inclinación del talón hacia afuera
- Cambios en la forma de caminar o cansancio extremo
- Tropezar con frecuencia
- Desgaste anormal del calzado
Diagnóstico
Es importante que un ortopedista lo determine. Ten cuidado porque algunas zapaterías ofrecen ese servicio con la finalidad de venderte calzado especial o plantillas que intentan corregir el problema sin un diagnóstico médico.
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Medidas de prevención
- Evita el sobrepeso. Éste aumenta la presión sobre el arco y agrava las molestias
- Motiva la actividad física. Será útil para fortalecer sus músculos; sólo suspende aquellas que le provoquen algún dolor
Ejercicio
Pídele que camine descalzo de puntas, de talones y con el borde externo por cinco minutos.
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Mitos y realidades
- Los recién nacidos lo padecen
Cierto. Si observas a detalle sus plantas, notarás que tienen una gran cantidad de grasa que hace que luzcan uniformes. A esto se le conoce como pie plano fisiológico y desaparece entre los 2 o 3 años, pues el niño comienza a caminar y los tejidos se tensan, adoptando su forma definitiva. Sin embargo, a veces el arco nunca se desarrolla - El diagnóstico debe hacerse a partir de los cinco años
Cierto. Incluso algunos especialistas recomiendan que se efectúe tres años después de que empezó la marcha con el fin de evitar confusiones en el resultado. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 80% de los niños tienen pie plano flexible hasta esta edad - Caminar descalzo lo ocasiona
Falso. Por el contrario, es ideal que lo lleve a cabo en superficies irregulares como arena, pasto o una alfombra para prevenirlo, pues así su desarrollo será más natural. Someterse a un calzado rígido e inapropiado podría restringir el movimiento y, con el paso del tiempo, afectar algún músculo o articulación - Las plantillas y modelos ortopédicos siempre son necesarios
Falso. En el caso del flexible, estas alternativas no aceleran la configuración de la curvatura, sólo brindan un mejor soporte pero quizá resulten incómodas. De acuerdo con algunas investigaciones el uso injustificado desencadena otro tipo de lesiones, por eso sólo son recomendables cuando existe dolor - Es una discapacidad
Falso. No se clasifica como tal, ya que tu hijo puede correr, saltar o realizar cualquier otra acción sin complicaciones
