1.- Comparar. Tal vez las mamás, al igual que la mayoría de las personas, creen que deberían ser iguales en todo, por lo que las comparaciones son frecuentes.
2.- Tratar igual a ambos. Podríamos explicar esto a través de una simple pregunta: ¿Tú eres igual a tu hermano o tu hermana?
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3.- Influir insistentemente en sus gustos, preferencias y aptitudes para que realicen las mismas actividades.
4.- Empeñarse por mantener el parecido físico permanentemente. ¡Hasta vestirlos iguales!
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5.- Etiquetarlos. Es común que los padres etiqueten a sus hijos con características especificas.
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6.- Presumirlos. Es común darles una especial atención, en ocasiones exagerada, lo cual termina cansándolos.
La individualidad claramente definida y comprobada entre cada uno de los gemelos claramente indica que el trato debe ser de acuerdo a sus particularidades y con manejos diferentes de acuerdo a cada personalidad. ¿Y cómo los tratas tú?