La orina y las heces también son irritantes para la piel, además de que aumentan su pH, lo que daña la barrera natural de protección o manto ácido. En resumen, la piel de la zona del pañal siempre debe estar seca y limpia. El factor crucial en la prevención de las rozaduras parece ser el número de cambios de pañal al día.
Si bien la frecuencia varía de acuerdo a la edad del niño, los pañales deben cambiarse a menudo entre 5 y 7 veces por día. Preferentemente después de las comidas o cuando se percibas un olor desagradable, se debe cambiar al niño de inmediato sin esperar a que esté incómodo y lo demuestre a través del llanto.
Cada bebé es diferente, algunos se mueven más que otros y aunque deseas que tu bebé se quede quieto mientras lo aseas, eso no sucede y entonces esta actividad se convierte en todo un reto.
Te entendemos, por eso no te compliques y sigue estos tips:
- Antes de comenzar, coloca un pañal nuevo debajo de él y desdóblalo. Después, desabrocha las etiquetas del que tiene puesto.
- Utiliza una toalla húmeda o un algodón con poca agua y limpia las nalgas y el área genital de adelante hacia atrás.
- Si es niño, te recomendamos cubrir el pene con un paño, ya que el frío puede hacerlo orinar y mojarte sorpresivamente.
- Agarrándolo por los tobillos, levanta sus nalgas del cambiador y asea las zonas que te hayan faltado.
- Quítale el pañal sucio y dóblalo aprovechando las cintas adhesivas para dejarlo bien cerrado. Ponle el limpio que dejaste debajo de él y antes de pegarlo, unta una capa fina de pomada contra rozaduras.
- Si aún no se le ha caído el cordón umbilical, sé cuidadosa. Limpia la zona del ombligo por separado con algún líquido antiséptico, y evita que el pañal tenga contacto con ella, ya que la humedad puede retardar la cicatrización.
- Evita ajustarlo. Haz la prueba, debe haber espacio suficiente para que quepa tu dedo.
¿Niña o niño?
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Si es niña
- El aseo debe ser de la vagina hacia las nalgas, de lo contrario puedes provocarle una infección por el contacto con la materia fecal.
- Limpia los pliegues, pero no abras demasiado los labios de la vagina.
Si es niño
- Aséalo de adelante hacia atrás.
- Si no está circuncidado, no separes el prepucio (la piel que recubre la cabeza del pene) del glande, ya que puedes lastimarlo.
- Esta separación ocurre de manera natural cuando el niño tiene entre tres y cinco años. Sólo limpia la parte exterior del pene, los pliegues de los testículos y las nalgas.
- Si fue circuncidado, deberás ser más cuidadosa, sobre todo durante los primeros días después de la operación.
- Evita colocarle crema contra las rozaduras en el pene y los testículos.