- Procura tener lista su ropa, la toalla con la que lo secarás y todos los accesorios necesarios para bañarlo
- Nunca lo dejes solo en la tina por hacer algo más, olvídate de todo por un momento y atiéndelo bien
- Toma en cuenta que al principio no será fácil ya que tendrás que transmitirle seguridad, pero poco a poco ambos lo disfrutarán
- Es importante que la habitación en la que lo vayas a bañar no sea fría y no tenga corrientes de aire
- La temperatura del agua debe ser confortable para el bebé, ten un termómetro o utiliza tu codo para sentir que es la adecuada
- Los recién nacidos no necesitan bañarse todos los días, a menos que su pediatra indique lo contrario
- Hasta que sanen las cicatrices del cordón umbilical y de la circuncisión, no puede bañarse en la tina, sólo se le darán baños de esponja
- Si por accidente durante el baño se moja el cordón umbilical del bebé, úntale un poco de desinfectante, pero nunca alcohol
- Si el bebé es muy pequeño, coloca en la base de la tina una toalla para evitar que se resbale al mover sus piernas. También ya existen tinas especiales en tiendas de bebés con asientos o soportes, busca alguno que te convenza y haga sentir segura
- Siempre utiliza jabones y shampoo para bebé
- Mientras lo bañas coloca siempre una toallita mojada con agua tibia sobre su estómago para conservar el calor de su cuerpo mientras terminas de bañarlo
- Siempre empieza por el cuerpo y termina con la cara y la cabeza
- Nunca utilices hisopos (cotonetes) para limpiarle los oídos, ya que algún movimiento brusco puede causar accidentes y no los recomienda el otorrinolaringólogo para su limpieza
- Para limpiarle los ojos utiliza una mota de algodón humedecida y frota suavemente de la nariz hacia fuera
- Para lavarle la cabeza sostenlo en tu antebrazo de manera que su cabeza descanse en tu palma, para que así el agua y el jabón no le entren a los ojos
¡Verás qué fácil es!