¿Quieres saber cuáles son?
¡Déjalo jugar!. La autora de «La paternidad en el siglo XXI«, Tricia Ferrara, dice que las investigaciones y estudios que se han realizado muestran que cuando nuestro cuerpo se mueve, produce un cocktail de hormonas que forma conexiones en nuestro cerebro y fortalece la memoria. Por tal motivo es bueno hacer que los niños jueguen y aprendan de las diferentes actividades que les ponen en la escuela o ellos inventan.
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Enséñale las reglas del juego. Cuando los niños aprenden a seguir instrucciones, compartir e incluso esperar su turno, su mente aprende conceptos que ayudan a desarrollar diversas funciones cerebrales que le servirán en un futuro para ser empático e involucrarse en actividades en equipo.
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Hazle y contéstale preguntas. Varias investigaciones han demostrado que hacerle preguntas a tu hijo como «Quién estivo contigo jugando» «Cómo te la pasaste en la fiesta», etc, ayudan a su memoria, pues le ayudan a recordar detalles y hechos importantes.
Diviértanse con juegos de mesa. Está comprobado que al jugar memorama, hacer crucigramas o sopas de letras, la memoria se fortalece disminuyendo las probabilidades a futuro de padecer Alzheimer.
Cántale canciones. La música tiene beneficios importantes en el desarrollo de los niños. Aprenderse de memoria las canciones y reconocer la melodía o la música, mejoran la memoria y fortalecen al cerebro. Para activar esta capacidad en tu hijo, puedes ponerle música y pararla pidiéndole que complete las canciones o las actúe con las manos o con gestos y mímica.
Muéstrale álbumes de fotos. Contándole anécdotas, enseñándole a la familia, sus nombres y parentezco fortaleces su memoria y le ayudas a recrear historias con su imaginación. ¿Quién no recuerda perfecto las historias que nos contaban las abuelas?
Enséñale a dormir. Cuando tu hijo duerme. recupera energías y recopila en su cerebro todo lo aprendido en día procesándolo y entendiéndolo. Por eso es importante que formes en él una rutina para que la hora de dormir siempre sea la misma y su cerebro pueda descansar para aprender más el siguiente día.
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El cerebro de tu bebé es como una esponja (aunque esto ya lo has escuchado muchas veces). Deja que aprenda y reflexione sobre las actividades del día a día para que al procesarlas su cerebro se estimule y siga aprendiendo cosas nuevas.